Si revisas tus actividades diarias encontrarás que para la vida moderna es necesario el consumo de energía eléctrica, desde la batería de tu teléfono, la alarma del despertador, los focos de tu casa hasta el transporte que usas y cada vez más, esta energía viene de fuentes eléctricas, como hornos de microondas en vez de estufa o vehículos eléctricos en vez de gasolina. Debido a esto, es importante revisar en qué consumimos energía eléctrica, ya que mientras más energía consumamos más tenemos que pagar por ella en dinero y emisiones al ambiente. Bajo esta premisa surge el concepto de ahorro energético.